Aló emprendedores!
Hoy vengo a escribir sobre uno de los desafíos más grandes con el que nos enfrentamos lxs profesionales a la hora de mostrar nuestro trabajo: el desarrollo de nuestra marca personal. Si bien el concepto tiene varios años, hoy en día la gestión de una marca propia, sobre todo en Internet, tiene gran importancia debido principalmente a dos hechos claves:
1- El curriculum vitae o porfolio de trabajos tradicionales han ido desapareciendo, lo que nos obliga a pensar en nuevas formas de darnos a conocer como profesionales.
2- No sólo quienes trabajamos de manera independiente tenemos que pensar en esto, sino que tenemos que saber que la gran mayoría de lxs reclutadores de recursos humanos o personas que buscan servicios de un profesional, suelen utilizar la información que les proporciona la nube para seleccionar entre diferentes propuestas. Como dicen por ahí: “Somos lo que Google dice que somos”.
Estos dos hechos nos exigen pensar de manera más consciente la forma en que gestionamos nuestro perfil profesional en Internet. Pero antes de embarcarnos en ese camino, debemos saber que la creación de una marca, incluso la nuestra, es un proceso largo, que requiere planificación, constancia y coherencia en el largo plazo.
Entonces, si tu objetivo como profesional es destacarte y construir una identidad clara y reconocible, acá vamos con una breve guía para comenzar a desarrollar tu propia marca personal:
1- Definí tu cartera de productos y servicios: Suena obvio, pero suele ocurrir que al pensar en los servicios que queremos ofrecer intentamos abarcar todo, lo que puede derivar en una oferta de servicios poco clara para posibles clientes. Es por eso que para empezar conviene hacerte preguntas del tipo ¿qué voy a vender?, ¿cuáles son mis capacidades?, ¿en qué rubro soy o aspiro ser especialista? Hacer un listado agrupando los servicios que querés ofrecer te va a ayudar a ver qué tan clara es tu oferta y si conviene o no pulirla un poco más.
2- Definí tu propuesta de valor: Al igual que una marca debe detectar su ventaja competitiva, esa característica que la hace especial, unx profesional debe tener claro en qué puede destacarse y explotar eso para hacerse más visible. Tu propuesta de valor, será la promesa que vas a ofrecerle a tus potenciales clientes como diferencial.
3- Definí tu público: Como profesionales, y fundamentalmente como personas, debemos ser conscientes de que no podemos caerle bien a todo el mundo. Para generar una marca personal sólida tenemos que definir un público objetivo al que le va a hablar esa marca. Siempre que tengamos claro un público, después será más fácil la tarea de definir dónde tenemos que promocionar nuestro trabajo.
4- Definí tu nombre y tu identidad visual: Una vez que tenemos los tres puntos anteriores claros, estamos en condiciones de empezar a diseñar nuestra propia marca. Seguramente empezaremos por el nombre, que podrá ser tu nombre propio, un alias o un nombre de marca totalmente diferente. Cualquiera de ellos deberá ser elegido de manera estratégica para que pueda perdurar en el tiempo y que luego no nos aburra a los pocos meses. Una vez definido el nombre pasaremos a pensar en los elementos gráficos que lo acompañarán: el logo o isologo (en el caso de que lo hubiera), las tipografías, los colores, etc. Cada elemento deberá reflejar tu identidad como marca, que por supuesto, estará ligada a tu personalidad y tus valores como profesional.
5- Definí tu tono comunicacional: El tono comunicacional es tan importante como la estética de tu marca. Saber si nuestra comunicación va a estar ligada a entretener, a informar o a educar, por ejemplo, nos ayuda a tener una coherencia a la largo y a lo ancho de todas las herramientas que usamos para difundir nuestra marca, lo que nos facilitará la creación y el reconocimiento de tu propio estilo.

Una vez que tenemos estos cinco puntos iniciales definidos de manera clara, podrás empezar a diseñar el plan de comunicación. Ese será material para el próximo post.

Hasta la próxima! 🙂